La rizartrosis es una forma de artrosis que afecta al pulgar de la mano, más concretamente a la articulación trapecio-metacarpiana.
En consecuencia, Este proceso degenerativo-artrósico se caracteriza por una inflamación crónica, y se debe al desgaste y envejecimiento del cartílago entre el primer hueso metacarpiano y el trapecio. Las mujeres son las más afectadas por esta enfermedad.
“Es una artrosis de alta frecuencia, afecta más a mujeres que a hombres. Usualmente se presenta en pacientes que tienen alrededor de 55 años”.
Por otro lado, los síntomas que caracterizan esta forma de artrosis son principalmente dolor continuo e intenso en la base del pulgar. Le siguen los siguientes síntomas, típicos de la enfermedad:
Sin embargo, aunque no se conoce la causa exacta de la Tenosinovitis de D`Quervain, cualquier actividad que dependa de movimientos repetitivos de la mano o la muñeca, como trabajar en el jardín, jugar al golf, practicar deportes con raqueta o levantar a tu bebé, puede empeorarla.
Signo del hombro a nivel de la articulación Trapecio-Metacarpiana (Aumento de volumen que simula un hombro en la base del Pulgar). Test del Molinillo Positivo (Al realizar compresión a nivel del pulgar y realizar movimiento de circundiccion hay chasquido y dolor a nivel de la articulación trapecio-metacarpiana.
Para confirmar el diagnóstico clínico el examen paraclínico de elección es la RADIOLOGIA. Se le solicita al paciente: Rx del Pulgar afectado en las proyecciones Antero-Posterior, Lateral y Oblicua que incluya la Articulación Radio-Escafoidea.
El estudio radiológico nos ayuda a definir el estadio según la clasificación de Eaton y Littler (Tabla I), y de este modo decidir el abordaje terapéutico teniendo en cuenta la disociación clínico-radiológica existente en este proceso degenerativo. No es infrecuente encontrar pacientes de edad avanzada, con marcada deformidad en la mano y artrosis radiológicamente avanzada (Eaton IIIIV) y mínima sintomatología.
El objetivo del tratamiento será aliviar el dolor y mejorar la función manteniendo la movilidad, la estabilidad y la fuerza.
Para ello el especialista en manos, debe optar bien por medidas conservadoras a base de férulas, antinflamatorios y rehabilitación, o por medidas quirúrgicas.
Entre estas últimas existen múltiples opciones: resección de trapecio, tratamiento artroscópico, implante de prótesis, artroplastia con ligamentos, etc., con sus innumerables variaciones.
La Rehabilitación también puede ayudar para la resolución del cuadro especialmente en aquellos casos en los que existe una inflamación de la vaina de los tendones del primer compartimento, en especial el Láser.
Cuando fracasa el tratamiento conservador, en consecuencia, está indicada la cirugía y deberá asistir a un cirujano especialista en manos.
Las medidas conservadoras para el abordaje inicial de la rizartrosis incluyen el uso de férulas (Fig. 1), antinflamatorios no esteroideos o infiltraciones intrarticulares de corticoides o ácido hialurónico.
En estadios iniciales (III de Eaton), algunos autores describen buenos resultados hasta en el 76% de los casos a corto-medio plazo. El porcentaje de éxito se reduce al 54% en aquellos casos de estadios más avanzados (Eaton III-IV).
Los resultados son satisfactorios en el tratamiento de esta afección, se realiza la cirugía mediante una mini incisión.
La movilización tras la cirugía es inmediata, pudiendo realizar el paciente las actividades de la vida diaria, y permitiendo una reincorporación laboral en 2-3 semanas.
En los estadios iniciales de la rizartrosis se produce sinovitis, aumento y deterioro progresivo de los principales ligamentos estabilizadores de la articulación TMC, causa de dolor e impotencia funcional sobre todo en pacientes jóvenes. Mediante la técnica de Eaton(9) se pretende estabilizar la articulación, mejorando la sintomatología.
Los hallazgos anatomopatológícos demuestran la presencia de una mayor degeneración del cartílago articular en la región palmar de la articulación. Mediante la osteotomía en extensión del primer metacarpiano(10) se traslada la trasmisión de cargas a la región dorsal de la articulación, retrasando la progresión de la artrosis. Está indicada en pacientes jóvenes, con alta demanda funcional y estadios iniciales de Eaton, en ausencia de inestabilidad articular.
Menon publicó en 1996 el primer trabajo sobre la aplicación de la artroscopia en el tratamiento de la rizartrosis.(11) Siguiendo la línea de la cirugía mínimamente invasiva, realiza la artroplastia respetando los ligamentos estabilizadores, reduciendo la morbilidad del proceso y dejando abierta la posibilidad de realizar, si fuera necesario en un futuro, otras técnicas.
Tras explorar la superficie articular (Fig. 2), se realiza el desbridamiento de la sinovitis, la extracción de los cuerpos libres y osteofitos, y la resección del hueso subcondral. Finalmente se puede interponer un injerto tendinoso (Fig. 3) u otro tipo de implante como espaciador.
Este procedimiento lo reserva el especialista en manos para pacientes en estadios intermedios (Eaton II), que quieren conservar fuerza sin perder el movimiento.
Como en otras articulaciones, la artrodesis es una opción terapéutica ante la presencia de una artrosis avanzada, fuente de dolor e impotencia funcional.
Tras la resección del hueso subcondral de ambas carillas articulares se procede a la fijación de la articulación TMC (Fig. 4 y 5), pudiendo emplear distintos implantes en función del hábito del cirujano (agujas, placa, tornillos canulados, sistemas endomedulares, etc.). El hecho de fijar esta articulación conlleva una limitación de la movilidad global del pulgar que tendrá que ser compensada por las articulaciones proximales (escafo-trapecio-trapezoidea) y distales (metacarpofalángica e interfalángica). La indicación típica son aquellos pacientes jóvenes con alta demanda funcional y necesidad de fuerza de pinza.
Esta técnica, desarrollada a partir de la ligamentoplastia descrita por Eaton, es probablemente la más habitualmente empleada para el tratamiento de la rizartrosis.(13) Dentro de las múltiples técnicas para la realización de esta artroplastia nosotros seguimos la técnica descrita por Weilby,(14) si bien recientemente hemos incorporado la modificación descrita por García-Elías.(15)
Tras la extirpación del trapecio se interpone la mitad del flexor carpi radialis (FCR), respetando su inserción distal en la base del metacarpiano. El hemi-FCR de base distal se sutura tras rodear el abductor pollicis longus y el remanente del hemi-FCR, creando una interposición de tendón entre metacarpiano y escafoides y estabilizando el pulgar (Fig. 6 y 7).
Con base en la positiva experiencia obtenida con los implantes en otras articulaciones, se desarrollaron múltiples prótesis TMC. En la literatura encontramos ya series con buenos resultados a medio-largo plazo.(16,17) Las complicaciones en forma de aflojamiento, luxación, roturas, infecciones, etc. junto al mayor coste del procedimiento, han evitado que su uso se haya extendido entre los cirujanos, entre los cuales nos encontramos.
El Dr. Abrahan Jesus Marsal Nuñez es un Medico Especialista en Cirujano de la Mano y Reconstructiva del Miembro Superior en la ciudad de Caracas, el cual podra ayudarte cuando tengas este problema. Un medico dispuesto siempre ayudarte en recuperar la salud de tus manos. Donde tus Manos son su razon de ser.